miércoles, 9 de octubre de 2013

Vocación -un poema del padre Luis Jeannot Sueyro-

Vocación
P. Luis Jeannot Sueyro



¿Qué viste en la alborada de mi vida,
Rabí de Galilea,
que volcaste el misterio de tus ojos
en mi frente pequeña,
y me abriste llameantes horizontes
y el ansia enorme de una vida nueva?

¿Qué dejaste, Señor, entre mi barro,
que desde entonces reflejé una estrella
y hastiado ya del mundo,
soñé en altares, hostias y patenas?

Pasabas, Nazareno, por mis campos,
lo mismo que en las tardes de Judea;
trepaste a las cuchillas entrerrianas;
te asomaste al rastrojo y a las glebas...
buscando quien alivie tu camino,
buscando un corazón que te comprenda.

Se irguió tu inmensidad en el terruño,
y yo te vi cual eras.
Me miraste en el alma aquella tarde;
te contemplé con infantil fijeza,
y al borde de tus ojos divinales
vi asomarse el abismo de tu idea:
"Otros surcos harás entre los hombres
y otras semillas verterás en tierra.
¡Fecunda los terrenos con mi Sangre
y subirá hasta el cielo tu cosecha!
Tus dedos rozarán mi Carne pura.
¡Toma mi Cruz y deja la mancera!

Señor, mi alma de niño
no pudo comprender tu voz tremenda;
pero mis toscas manos
sabían de guadañas y de siegas...
y algo entendí de "las hinchadas mieses
que sin segar se quiebran".
Y escuché en el rumor de las espigas
el grito de las almas indefensas.
"¡Sacerdotes!" pedían los trigales.
¡Sacerdote seré! dije a mi tierra.

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