martes, 4 de febrero de 2014

Sobre el modo de ir vestidos a Misa

Hace un par de días en mi perfil de facebook estuvimos intercambiando ideas sobre el modo adecuado de ir vestidos a Misa. El mismo deparó muchas otras cuestiones, relativas a la catequesis, a la educación en la castidad, etc, que exceden el alcance de este espacio.



Comparto ahora una breve reflexión sobre este asunto.

1. Alguno puede pensar que la cuestión de la vestimenta no tiene importancia. Tal vez puedan argumentar que el Señor mira nuestro corazón y no la ropa, y que no se fijó como estaban vestidos los apóstoles en la última Cena, o cómo estarían los discípulos de Emaús después de su caminata...
La Iglesia, a medida que fue comprendiendo, con la luz del Espíritu Santo, la infinita grandeza del Misterio Eucarístico, fue haciendo todo lo posible para que su Fe, su Amor y Adoración se manifestaran también de manera visible, tanto en los ornamentos litúrgicos, en la arquitectura de los templos, los vasos sagrados, etc. como en el modo en que se invitaba a los fieles a vivir el Misterio. La Iglesia nunca se cansó de educar a los fieles en un principio siempre válido: "lo mejor para Dios"
Y, en concreto, el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, cuando habla de las condiciones para comulgar, dice: «Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud corporal (gestos, vestimenta), en señal de respeto a Cristo.»
Conclusión: la Iglesia nos invita a tener en cuenta la vestimenta al ir a comulgar, y por ende, a Misa. No es una ocurrencia de algún cura trasnochado.

2. Mucho más difícil es precisar qué criterios se tienen que deberían tener en cuenta, y más difícil aún dar normas precisas, si es que fueran necesarias (supuestamente, no deberían ser necesarias más que para los niños, pero, bueh... ).
El catecismo, obviamente, no nos da un «catálogo» de prendas permitidas o desaconsejadas...

Lo que sí puede ser orientador es tener en cuenta que en la Santa Sede existen normas bien concretas de cómo ir -o mejor dicho, cómo no ir- a una Basílica vaticana. Pueden encontrar esas normas aquí. Nos pueden servir como orientación, aunque, claro, no tenemos la posibilidad de tener un guardia suizo en la puerta de los templos...

Yo pienso que en la elección de la ropa hay que tener en cuenta dos criterios:

a) Que nuestra ropa sea digna: que no esté rota, que no esté deteriorada o sucia. No es necesario ir de traje y corbata, o vestir de fiesta en es sentido actual. Pero de manera habitual no se debería ir de «entrecasa». Los domingos, sobre todo, es importante ser aún más cuidadosos. Claro que si estamos en un campo de concentración (como el cardenal van Thuan, que celebraba Misa con tres gotas de vino en la palma de su mano), o finalizando una peregrinación en la que llovió... Me refiero a situaciones ordinarias.

b) Que tengamos en cuenta el criterio del pudor. El pudor es un sentimiento natural de reserva, tanto en el ámbito corporal como espiritual, que inclina a las personas a mantener oculto aquello que no debe ser conocido por los todos. En el ámbito del cuerpo, significa evitar aquellas prendas que por su confección, dimensiones o modo de usarse dejan a la persona expuesta a la mirada de los demás. No es necesario que aclare que varias de las formas de vestir actual, sobre todo femenina, no están inspiradas precisamente en el pudor o la modestia.

Probablemente no sea tan difícil cuidar el primer criterio, pero sin duda que resulta más complejo el segundo, sobre todo en verano.
El pudor y la modestia, por otra parte, no están reñidos con la elegancia y el buen gusto.
Y habría que decir que se puede a la vez estar "a la moda" -en algunos aspectos- sin por eso someterse a la imposición de la cultura del exhibicionismo.

Cuando se combinan armónicamente, se destaca de manera una belleza espiritual, inocente, que favorece relaciones ordenadas y respetuosas.

3. La otra cuestión que algunos apuntaban -sobre el modo «cristiano» de vestir, más allá de la Misa-, es un poco más amplia, y más polémica. Compartiré algo al respecto en estos días. Por hoy, suficiente para mí.

Bendiciones!

PD: Le dejo la foto de dos cristianos -con autorización de su mamá, :)- vestidos elegantemente en un día de mucho calor.