viernes, 18 de junio de 2010

Una cuestión de vida o muerte: el debate sobre el "matrimonio" homosexual

¡Qué tiempos estamos viviendo, Jesús mío!
Me asusta por estas épocas la tremenda confusión mental en que viven tantos argentinos. Peor aún: tantos católicos argentinos, católicos que vienen a Misa y envían sus hijos a nuestras escuelas.
Más que nunca se me vienen a la mente algunas frases sabias, recogidas a lo largo de estos años. 
Una es la famosa de Benedicto, antes de ser elegido: "Se va constituyendo una dictadura del relativismo". Está prohibido hablar de verdad. Está prohibido decir "esto es bueno", "esto es malo". Estamos viviendo en un relativismo totalitario. 
Otra frase que se me viene a la mente es la que con tanta sabiduría el p. Castellani expresa en "El nuevo gobierno de Sancho", cuando el gobernador juzga al "reformador de los refranes". Cuando le dice: "en el país de los ciegos, el tuerto es rey", el reformador instantáneamente lo modifica por "en el país de los ciegos, al tuerto lo matan". Quienes estamos convencidos de que nuestra inteligencia puede alcanzar el ser, y de que la verdad de las cosas no se puede alterar sin correr enormes riesgos, somos tildados de intolerantes, fascistas, discriminadores, genocidas y qué se yo cuantas cosas más. Nos matan. "No existimos"
No importa. No es tiempo de andar fijándose demasiado en lo que digan de uno. Tampoco es tiempo de "ser prudentes" si esa prudencia es la del mundo, la prudencia cobarde del que no quiere arriesgar el pellejo. Lo que está en juego vale mucho más que nuestra imagen y prestigio personal. Se juega el bien y la felicidad -terrena y eterna- de la presente y de las futuras generaciones.
San Juan Bautista murió por proclamar la verdad -natural y revelada- de la indisolubilidad del matrimonio.
Todos nosotros, los que creemos en Jesús, no podemos hacer otra cosa que jugarnos. Jugarnos la fama, el prestigio, la vida misma, si fuera necesario, por defender la verdad -natural y revelada- del matrimonio como la unión entre un varón y una mujer. 
"¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?"
En el transcurso de esta semana, iré subiendo diferentes artículos sumamente interesantes. En la web hay mucho material muy valioso, disperso en varios sitios. Algunos los pondré como texto en el blog, de otros daré el enlace.
Que la Reina de las familias nos acompañe en esta difícil, pero apasionante tarea de dar testimonio de la verdad.
 

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