Durante el tiempo de Seminario, solíamos con varios compañeros intercalar entre los tiempos de estudio y demás responsabilidades, momentos de recreo muy pero muy sabrosos. Aunque quizá para quienes no lo han vivido por dentro pueda sonar extraño, vivíamos en un clima de permanente humor, en el que casi rivalizábamos entre nosotros para ver quien hacía la apreciación más aguda o la ironía más sutil...
Pues bien, recuerdo a un compañero, que solía decir, cuando entre nosotros comentábamos alguna cuestión relativa al magisterio del Santo Padre -en aquel entonces Juan Pablo II-: "Realmente es muy reconfortante descubrir que el Papa piensa siempre igual que nosotros en todo"...
Esta anécdota viene a ilustrar la alegría que experimenté ayer por la tarde, cuando supe que el tema del Mensaje del Papa para Jornada las Comunicaciones Sociales -en este año sacerdotal- es: “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital”.
Invito a todos a leer este breve documento, tan claro, tan realista, tan equilibrado y -parafraseando a mi amigo- ¡tan parecido a lo que siempre pensé! Me alegré mucho porque siempre había tenido un poquito el temor de que esto del blog - y otras andanzas mediáticas en las que me ha tocado participar- pudieran distraerme de mi ministerio.
Sólo quiero compartir un punto del mensaje, que me ha hecho reflexionar y servido de examen: El sacerdote podrá dar a conocer la vida de la Iglesia mediante estos modernos medios de comunicación, y ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo. Para ello, ha de unir el uso oportuno y competente de tales medios - adquirido también en el período de formación - con una sólida preparación teológica y una honda espiritualidad sacerdotal, alimentada por su constante diálogo con el Señor. En el contacto con el mundo digital, el presbítero debe trasparentar, más que la mano de un simple usuario de los medios, su corazón de consagrado que da alma no sólo al compromiso pastoral que le es propio, sino al continuo flujo comunicativo de la "red".
Me preguntaba y respondía a mí mismo: uso competente de los medios no tengo -eso no me aflige demasiado, y hoy por hoy no tengo posibilidad de perfeccionarme-.
Pero... ¿tengo y manifiesto una sólida preparación teológica? ¿Vivo y expreso una honda espiritualidad sacerdotal? Y ¿puedo transparentar en mis entradas -poco frecuentes en los últimos tiempos- mi corazón de consagrado y "que Dios está cerca"?
En estos años de internet, he podido experimentar la amplísima gama de posibilidades de formación y comunicación que se abren, de enorme utilidad para el ministerio sacerdotal. Pero también he vivido en carne propia los riesgos de un uso desmedido: no sólo por la posibilidad siempre latente del pecado -tan a mano en cualquier sitio que navegues- sino por el tiempo que este mundo digital implica, y que puede facilmente desplazar a otras tareas mucho más necesarias. Siempre me preguntaba y ahora reflexiono con ustedes: ¿Dónde paso más tiempo, frente al monitor o frente al Sagrario...?
Pido entonces que recen por mí! Que pueda -y podamos todos los sacerdotes- vivir lo que la Iglesia Madre y Maestra, en nuestro Santo Padre, nos pide permanentemente.
A propósito, Santidad: gracias por pensar como yo...
Jajaja... para mí que sos el consejero del Santo Padre...
ResponderEliminarSeguro que tu amor a Jesús te llevará siempre a su encuentro íntimo en el Sagrario. Y es allí donde serás inspirado para llevar su mensaje a las almas, por la web, la homilía, la corrección fraterna, en el confesionario, etc.
La Virgencita te proteje y guía de manera especial, por ser Sacerdote.
Rezamos por vos y por todos los Scerdotes actuales y futuros.
Ave María...
ResponderEliminarEL PAPA PIENSA SIEMPRE IGUAL A NOSOTROS.
Y como no padre(aunque usted no lo diga) ya es de publico conocimiento que es uno de sus asesores. Ja ja.
Ahora solo lo esperamos por Facebook...
Seguimos unidos en oración y Eucaristía.