miércoles, 20 de abril de 2011

Renovación de las promesas sacerdotales en la Misa Crismal

Les dejo el texto de la renovación de las promesas sacerdotales que todos los presbíteros hacemos cada año, en la Misa Crismal.
Son todo un programa de vida, realista y exigente a la vez. Casi que me dan ganas de postrarme otra vez en el suelo, pidiendo perdón por tanta mezquindad en la respuesta y dejándome envolver nuevamente por la oración de la Iglesia.

Porque sólo las podemos vivir con la gracia del Señor y sostenidos por las oraciones del pueblo de Dios, como bien lo señala el rito.


Renovación de las promesas sacerdotales
Acabada la homilía, el obispo dialoga con los presbíteros con estas o semejantes palabras:

Obispo:
Hijos amadísimos: En esta conmemoración anual del día en que Cristo confirió su sacerdocio a los apóstoles y a nosotros, ¿queréis renovar las promesas que hicisteis un día ante vuestro obispo y ante el pueblo santo de Dios?

Los presbíteros, conjuntamente, responden a la vez:
Sí, quiero.

Obispo:
¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa' de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia ?

Presbíteros:
Sí, quiero.

Obispo:
¿Deseáis permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?

Presbíteros:
Sí, quiero.

Seguidamente, dirigiéndose al pueblo, el obispo prosigue:
Y ahora vosotros, hijos muy queridos, orad por vuestros presbíteros, para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus bendiciones: que sean ministros fieles de Cristo sumo sacerdote, y os conduzcan a él, única fuente de salvación.

Pueblo:
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos.

Obispo:
Y rezad también por mí, para que sea fiel al ministerio apostólico confiado a mi humilde persona y sea imagen, cada vez más viva y perfecta, de Cristo sacerdote, buen pastor, maestro y siervo de todos.

Pueblo:
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos.

Obispo:
El Señor nos guarde en su caridad y nos conduzca a todos, pastores y grey, a la vida eterna.

Todos:
Amén.

1 comentario:

  1. Solo he participado dos veces en esta misa Crismal, y ha sido una gran emoción el escucharlos ofrecerse al Señor una vez más. Gracias por su gran testimonio de entrega. Rezo para que el Señor nos siga concediendo pastores según su Corazón

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