
Pues bien: desde hacía un par de años venía pensando en lo hermoso que sería que hubiera una obra musical, al estilo de las clásicas “Misas” de los grandes compositores, enteramente nueva y dedicada a María, tal como la veneramos acá. Esta idea se profundizó cuando tuve la dicha de encontrarme la Misa “Pan De Vida Nueva” de Monseñor Marco Frisina, a quien no necesito presentar (si alguien no lo conoce, inserte su nombre en el Google y aprecie).
Uno de mis “hobbies” es escribir letras. Cómo me dijo uno de mis más sinceros amigos, no soy poeta, pero sí un aceptable versificador... Entonces a fines de 2008 tenía unas cuantas canciones: Entrada, Ofrendas, Comunión, Post Comunión y Despedida. Claro que la alusión a Frisina hace referencia sólo a la posibilidad de componer, hoy, música sacra: pero entre él y yo -no hace falta aclararlo- había años luz de distancia en todos los aspectos.
Teniendo la aprobación de Monseñor Fernández para tal proyecto, había que buscar alguien que se animara a componer... Ese alguien debía ser, por un lado, un músico con todas las letras, con creatividad y ciencia correctamente equilibradas; y a la vez debía ser un creyente, alguien que supiera realmente lo que es la Misa y lo que significa la música en la Misa.
Y ese alguien fue “Otti” Gómez. Cuando le hablé por teléfono, su respuesta inmediata fue “está buena la idea ché, hay que ver que sale”. “Yo rezo” le dije. Y recé de verdad por su inspiración.
¡Y salió! A las pocas semanas empezaron a llegar por correo las distintas partes: Canto de Entrada, Gloria, Ofrenda, Cordero de Dios... A cual más hermosa, a cual más adecuada para el momento de la celebración. Y después siguieron llegando las partituras con los arreglos corales... Y luego la confirmación de los chicos que van a cantar, y la fecha en la Catedral, y la preparación de la orquestación para la Sinfónica... Y los hechos se fueron sucediendo con un ritmo vertiginoso, hasta llegar a este domingo, en el que estamos a una semana de la presentación de la Misa.
Sí: el Domingo 4 de octubre, a las 21 hs., en la Catedral Metropolitana de Paraná, se presenta la “Misa de la Virgen del Rosario”. Este concierto quiere ser un homenaje a la patrona y fundadora de Paraná, en el marco de los 150 años de la fundación de la diócesis y a días de clausurar el año Jubilar. El Coro estará conformado por miembros de diferentes agrupaciones corales de la ciudad -Dios bendiga su generosidad- y será dirigido por el autor de la Misa. El Órgano será ejecutado por Eduardo Retamar, a quien también debo una gratitud enorme por tanta disponibilidad en estos tiempos. La entrada será libre y gratuita.
Sólo quiero agradecer al Señor porque todo se fue dando por su Providencia. Y al Otti por su capacidad ofrecida desinteresadamente, a costa de grandes sacrificios. Sé que lo hace por amor a María, a la “Mater”, a quien desde hace tantos años viene ofreciendo mucho de su talento y de su tiempo. Quiera el Señor que esta nueva obra sea un realización auténtica de aquello que profetizara la Virgen en la casa de Isabel: “En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.