Tengo un recuerdo hermoso de la Misas de Nochebuena y Navidad como sacerdote. La primera en Feliciano, en la capilla Santa Teresita. Las restantes, repartido entre la Parroquia San Francisco de Borja, el Hogar San Camilo y Madre Teresa, cada una con su encanto particular.
De éstas últimas me queda un recuerdo hermoso, sobre todo, de cuánto cantamos. Villancicos tradicionales, otros modernos, algunos nacionales, otros "importados", todos contribuían a ayudarnos a descubrir algo del mensaje. Recuerdo con especial regocijo el "Pastores de la Montaña", en el atrio del Templo de Borja.
Allí también conocí y aprendí una canción hermosa en su sencillez, de delicada poesía. No sé si tiene otro nombre, pero la llamábamos "¿Dónde vas José, dónde vas María?"
¿dónde habrá un lugar para entregar la luz?.
¿Dónde vas José? ¿Dónde vas María?
¿Dónde nacerá tu hijo Dios?
¿Dónde hacer la Navidad? No hay ningún lugar,
sólo algún pesebre en Belén
¿Dónde hacer la Navidad?¿dónde habrá un lugar?
en el corazón de cada hombre
¿Dónde nació
el Rey de Reyes? ¿Dónde nació en aquél
entonces, dónde nacerá esta vez?
Todos
conocemos la historia: no había lugar para ellos en el albergue. Probablemente,
Jesús nació hacia el año 6 o 7 a .C
en una de las muchas cuevas donde se guardaban animales.
En el
centro de Belén se encuentra la
Iglesia de la
Natividad , construida directamente sobre la cueva donde nació
Jesucristo. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino, 330 A .C.
Cuando José
y María llegaron a la cueva-establo, vieron que era eso: un lugar para
animales. Si entraron alguna vez en algo parecido, no hacen falta más
explicaciones: era un lugar muy pobre, a la vez que muy rústico. Hacía frío,
estaba sucio, había olor feo. Quizá había también algo de basura, dejada por otros forasteros que acamparon antes. Nada romántico, nada “bucólico”
Pero la
desalentadora impresión no hizo mella en el ánimo varonil de José, ni en el
inmaculado Corazón de su esposa. Inmediatamente pusieron manos a obra.
Imagino a
José, sobre todo, tratando de acondicionarlo lo mejor posible. De prender un
fueguito para que no hiciera tanto frío. De limpiar lo mejor posible el piso,
de sacar toda suciedad que pudiera haber, hasta la más mínima, porque iba a
nacer un Rey. Tal vez tuvo tiempo de buscar unas flores –ignoro si había en el
lugar, pero me reconforta imaginarlo- para que su fragancia purificara el aire
y embelleciera el ambiente.
Imagino a
José improvisar una cunita para colocar al bebé en cuanto naciera. Y preparar un
lugar para María también. Mientras trabajaba, José cantaba. María lo miraba
agradecía, lo ayudaba, sumida en una expectación inimaginable.
Faltan
algunos pocos días para la
Navidad , y nosotros sabemos que Jesús “vuelve a nacer”.
De manera misteriosa, pero real, Él quiere aparecer hoy en el mundo… quiere ser
nuevamente “Dios con nosotros”. La
Liturgia hace posible que nosotros seamos “contemporáneos” a
los acontecimientos salvadores: nos traslada hacia ellos, los traslada y hace
presentes entre y para nosotros.
Para cada
cristiano, Navidad es, además, una oportunidad de un “nuevo nacimiento”,
oportunidad de empezar de nuevo. De volver a intentar ser buenos, buenos
cristianos, una vez más. Su nacimiento en nosotros y nuestro “nuevo nacimiento”
son un mismo acontecimiento.
Que es una
gracia, absolutamente sobrenatural. Un don inmerecido. Pero para el cual
tenemos que disponernos, tenemos que prepararnos.
Si ahora miramos
nuestro corazón, como si fuera el establo en Belén, ¿qué
encontraría José y María, qué encontrarían Jesús?
A veces en
nuestro corazón hace mucho, mucho frío… Nuestra oración es fría, nuestro amor a
Jesús Eucaristía es frío, glacial; nuestra caridad al prójimo es apenas tibia e
interesada… En nuestro corazón puede estar el frío de mentiras largamente
sostenidas, de la malicia de nuestras intenciones… puede estar a veces el hielo
de nuestra indiferencia ante el sufrimiento del otro o ante los llamados de
Dios…
A veces en
nuestro corazón hay mucha basura, está todo sucio: lleno de malos pensamientos,
de malos deseos, de malos sentimientos. En algún rincón de nuestro corazón a
veces quedan viejos rencores o resentimientos, pecados que nunca nos animamos a
confesar, virtudes aparentes que hemos fingido a los ojos de los hombres, pero
que esconden vanidad y soberbia…
Tal vez en
nuestro corazón hay malos olores, difíciles de identificar, pero que hacen
irrespirable en aire interior, y que dificultan la convivencia cotidiana: el
olor de la sensualidad y de la lujuria, el olor de la envidia, de la
presunción, de la falta de misericordia… puede ser el olor nauseabundo del
pesimismo, de la negatividad, de nuestra falta de esperanza…
Tal vez hay
muchas espinas y hojas cortantes: nuestras faltas de cariño para tratar a los
demás, nuestras burlas, nuestras ironías… nuestras críticas inoportunas,
infundadas y despiadadas…
Tal vez el
establo de nuestro corazón está lleno: repleto del apego a las cosas, del apego
a las personas, del apego a nuestros planes y proyectos… y no hay más lugar, ni siquiera un
rinconcito para el Niño…
Hoy le
pido a José y María que nos ayuden a preparar el establo, para un nuevo
nacimiento.
Hoy le
pido que nos den la valentía de tirar la basura, de deshacernos de la mugre,
de encender de nuevo en nosotros la llama de la caridad. Que tengamos el coraje
de cambiar, de salir de nuestra torpe mediocridad.
Le pido que nos permitan descubrir todo lo que hace sufrir al Niño, lo
que lo incomoda, y que nos animemos a sacarlo de nuestra alma. Le pedimos poder
hacer una buena Confesión, una hermosa confesión, que incluya en nosotros la
decisión de nacer de nuevo.
Hoy le
pido al Señor que nos ayude con su Gracia para prepararnos interiormente, y
que realice de nuevo el milagro de Belén.
¿Dónde vas José, dónde vas María?,
ResponderEliminar¿dónde hará la paz fuera de ti Jesús?.
¿Dónde vas José? ¿Dónde vas María?
¿Dónde nacerá tu hijo amor?
¿Dónde hacer la Navidad, quién esperará?,
Dios está queriendo nacer
¿Dónde hacer la Navidad?¿dónde alumbrarás?
danos ese Dios que hay en tu vientre
Querido padre; maravillosa reflexión, sobretodo porque con ese mismo fin la compuse hace tantos años y cada vez que la cantamos con mis hijos en los conciertos el Espíritu es el mismo.
Si lo desea puede vernos en youtuve (buscar por Leonardo Caro) y si quiere escuchar nuestro programa de radio puede entrar al siguiente enlace http://religiosa.avmradio.org/63/BITACORA/
Dios le guarde en Cristo y La Santísima Virgen
Leonardo Caro y Familia
Ave María Purísima!
ResponderEliminarDoy gracias a Dios por la inspiración para componer tan hermosa canción, realmente me ha ayudado todos estos años a rezar, al igual que a muchos otros.
Un gusto conocerlos. Yo también escribo a veces, tengo algunas en youtube en mi canal.
Que el Señor les conceda una hermosa Navidad, y que sigan iluminando el mundo con la belleza del Amor de Dios.
Bendiciones!
Querido Padre Leandro; me olvidé de decirle que está inscrita bajo el nombre de Dónde Nacerá. Quisiera que me diera un correo para enviarle la versión de nuestro hijo de 10 años, el cual dice que será sacerdote, y parece que va en serio, porque tiene (por iniciativa propia), a 3 conventos de claustro rezando por esa pequeñita vocación.
ResponderEliminarEl 15 de enero, si Dios lo permite, haremos una gira de cuatro meses por Buenos Aires, le ruego que perdone mi ignorancia, pero ¿qué tan lejos estaremos de su parroquia?, sería divino dar un concierto ahí. Nosotros nunca cobramos y llevamos nuestros propios equipos. Es una misión familiar muy bendecida para lo pecadores que somos los 9 integrantes; mi esposa y nuestros siete hijos, pero el más peor soy yo obviamente. Y curiosamente mi esposa la más santa.
Dios le guarde Padre Leandro
Ave María Purísima!
ResponderEliminarQue bueno sería que podamos conocernos!
En principio no pongo mi correo electrónico en la web, para evitar el spam.
Puede buscarme en facebook, con mi nombre y apellido, aceptaré gustoso su solicitud.
Paraná está a 500 km de Buenos Aires. Pero si van a estar 4 meses, de alguna manera podemos llegar a contactarnos.
Que el Señor le conceda fidelidad en su servicio. Rezo por todos sus hijos, para que descubran qué quiere el Señor de cada uno.
Bendiciones desde el corazón de María!
por favor donde
ResponderEliminare encuentro los acordes