Santo Rosario para los educadores
Introducción
Querida Madre:
Dios te ha confiado una misión sublime: ser Madre y Educadora de su Hijo
hecho hombre.
También ha querido poner en tus manos a todos los redimidos, haciéndote
Madre y educadora nuestra.
Hoy te pedimos que nos ayudes a entrar en comunión con tu Hijo Jesús.
Que nos enseñes a rezar. Y que contemplándote a Ti y a tu Divino Hijo,
aprendamos las virtudes más importantes para cumplir nuestra propia misión de
educar a las nuevas generaciones.
Siempre nos enseñas que reconocer nuestros fallos y pecados es una
condición indispensable para rezar bien. Por eso comenzamos este Santo Rosario
pidiendo perdón.
Canto
Pésame Dios mío
Misterios de Luz
Primer Misterio
El Bautismo de Jesús en el río
Jordán.
Antes de cumplir con su misión, Jesús es proclamado por su Padre como el
Hijo muy querido. El Espíritu Santo, que llena su alma desde la concepción, se
manifiesta también habitando sobre Él. Así se hace evidente que Él es el
Mesías, el Ungido.
Madre, te pedimos que nos alcances de Dios Padre una
nueva y profunda efusión del Espíritu Santo. Que Él llene nuestra inteligencia
de su luz y nuestros corazones de su calor, que aumente en nosotros la fe y la
caridad, para que sepamos educar con la misma fidelidad con que Jesús cumplió
su misión.
Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria
Segundo Misterio
La autorrevelación de Jesús en
las bodas de Caná.
En una fiesta de bodas, y ante una situación difícil, María se muestra
atenta a las necesidades de los novios. De manera sutil pero convincente,
presenta a Jesús esta situación. Así consigue de Él el primer signo de su
Divinidad, permitiendo a los discípulos iniciar el camino de la fe. Y nos deja
un mensaje, que vale para todos los siglos: si quieren que nunca les falte lo
necesario, “hagan todo lo que Él les diga”.
Madre, ayúdanos a comprender el valor de la oración
de intercesión. Ayúdanos a recordar siempre que “no hay nada imposible para
Dios”, y que incluso en las situaciones más difíciles, su poder es capaz de
convertir el agua en vino. Preséntale nuevamente a Jesús todas nuestras
necesidades.
Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria
Tercer Misterio
El anuncio del Reino invitando al
a Conversión.
Con todas sus energías, Jesús se consagra a anunciar la proximidad del
Reino de Dios. Recorre pueblos y ciudades, y la gente lo sigue en lugares
despoblados. Invita a creer en la Palabra y a dejar el pecado que nos aleja de
Dios. Acompaña su predicación con la coherencia de su vida y con los signos de
su poder divino. “Pasó haciendo el bien”, devolviendo a muchos la salud y a
todos la alegría y la paz con su Padre.
Madre, ayúdanos a comprender que no acabamos de
educar sino cuando anunciamos a los que nos confías que Dios los ama. Danos la
fortaleza y la fidelidad para perseverar en el anuncio del Reino, incluso
cuando la Palabra parezca no producir fruto. Concédenos oír el llamado a la
conversión, y ayudar a otros a renovar su vida.
Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria
Cuarto Misterio.
La Transfiguración de Jesús en el
monte Tabor.
En el Monte Santo, Jesús deja ver por unos instantes el misterio de su
persona. La luz esplendorosa de su Divinidad traspasa el velo de su carne, e
ilumina su rostro y sus vestiduras. El Padre se manifiesta nuevamente, diciendo
“Este es mi Hijo, escúchenlo”. Los apóstoles quedan deslumbrados ante la
infinita Belleza de tu Gloria.
María: haz que siempre escuchemos la voz de Jesús, y
vivamos pendientes de sus palabras. Ayúdanos a reflejar en nuestros rostros y
en nuestras miradas la Belleza del Rostro de Jesús. Que en nuestra tarea
educativa, quienes nos vean y escuchen, puedan ver y escuchar a Jesús.
Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria
Quinto Misterio
La institución de la Eucaristía.
Antes de pasar de este mundo al Padre, Jesús nos amó hasta el fin. En
esa noche santa, luego de realizar el gesto inaudito del Lavatorio de los pies,
lleva al extremo la delicadeza de su Amor, y se da Él mismo como alimento. Y
nos deja una misión: “también ustedes deben lavarse los pies los unos a los
otros… hagan esto en memoria mía”. Ser discípulos de Cristo será, entonces, estar
dispuestos a dar la vida por los demás, haciéndonos sus servidores.
Madre: que nunca olvide que la misión de educar es,
ante todo, una vocación de servicio. Que siempre conciba mi autoridad desde la
lógica del Jueves Santo. Que imitando la generosidad de Jesús, pueda dar mi
vida por los demás, hacerme pan partido para saciar el hambre de Verdad y de
Amor de los que confías a mi tarea educativa.
Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria