martes, 27 de noviembre de 2012

Santo Rosario de los educadores: misterios luminosos


Santo Rosario para los educadores

Introducción

Querida Madre:
Dios te ha confiado una misión sublime: ser Madre y Educadora de su Hijo hecho hombre.
También ha querido poner en tus manos a todos los redimidos, haciéndote Madre y educadora nuestra.
Hoy te pedimos que nos ayudes a entrar en comunión con tu Hijo Jesús. Que nos enseñes a rezar. Y que contemplándote a Ti y a tu Divino Hijo, aprendamos las virtudes más importantes para cumplir nuestra propia misión de educar a las nuevas generaciones.

Siempre nos enseñas que reconocer nuestros fallos y pecados es una condición indispensable para rezar bien. Por eso comenzamos este Santo Rosario pidiendo perdón.

Canto
Pésame Dios mío


Misterios de Luz

Primer Misterio
El Bautismo de Jesús en el río Jordán.

Antes de cumplir con su misión, Jesús es proclamado por su Padre como el Hijo muy querido. El Espíritu Santo, que llena su alma desde la concepción, se manifiesta también habitando sobre Él. Así se hace evidente que Él es el Mesías, el Ungido.

Madre, te pedimos que nos alcances de Dios Padre una nueva y profunda efusión del Espíritu Santo. Que Él llene nuestra inteligencia de su luz y nuestros corazones de su calor, que aumente en nosotros la fe y la caridad, para que sepamos educar con la misma fidelidad con que Jesús cumplió su misión.

Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria


Segundo Misterio
La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.

En una fiesta de bodas, y ante una situación difícil, María se muestra atenta a las necesidades de los novios. De manera sutil pero convincente, presenta a Jesús esta situación. Así consigue de Él el primer signo de su Divinidad, permitiendo a los discípulos iniciar el camino de la fe. Y nos deja un mensaje, que vale para todos los siglos: si quieren que nunca les falte lo necesario, “hagan todo lo que Él les diga”.

Madre, ayúdanos a comprender el valor de la oración de intercesión. Ayúdanos a recordar siempre que “no hay nada imposible para Dios”, y que incluso en las situaciones más difíciles, su poder es capaz de convertir el agua en vino. Preséntale nuevamente a Jesús todas nuestras necesidades.

Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria


Tercer Misterio
El anuncio del Reino invitando al a Conversión.

Con todas sus energías, Jesús se consagra a anunciar la proximidad del Reino de Dios. Recorre pueblos y ciudades, y la gente lo sigue en lugares despoblados. Invita a creer en la Palabra y a dejar el pecado que nos aleja de Dios. Acompaña su predicación con la coherencia de su vida y con los signos de su poder divino. “Pasó haciendo el bien”, devolviendo a muchos la salud y a todos la alegría y la paz con su Padre.

Madre, ayúdanos a comprender que no acabamos de educar sino cuando anunciamos a los que nos confías que Dios los ama. Danos la fortaleza y la fidelidad para perseverar en el anuncio del Reino, incluso cuando la Palabra parezca no producir fruto. Concédenos oír el llamado a la conversión, y ayudar a otros a renovar su vida.

Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria


Cuarto Misterio.
La Transfiguración de Jesús en el monte Tabor.

En el Monte Santo, Jesús deja ver por unos instantes el misterio de su persona. La luz esplendorosa de su Divinidad traspasa el velo de su carne, e ilumina su rostro y sus vestiduras. El Padre se manifiesta nuevamente, diciendo “Este es mi Hijo, escúchenlo”. Los apóstoles quedan deslumbrados ante la infinita Belleza de tu Gloria.

María: haz que siempre escuchemos la voz de Jesús, y vivamos pendientes de sus palabras. Ayúdanos a reflejar en nuestros rostros y en nuestras miradas la Belleza del Rostro de Jesús. Que en nuestra tarea educativa, quienes nos vean y escuchen, puedan ver y escuchar a Jesús.

Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria

  
Quinto Misterio
La institución de la Eucaristía.

Antes de pasar de este mundo al Padre, Jesús nos amó hasta el fin. En esa noche santa, luego de realizar el gesto inaudito del Lavatorio de los pies, lleva al extremo la delicadeza de su Amor, y se da Él mismo como alimento. Y nos deja una misión: “también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros… hagan esto en memoria mía”. Ser discípulos de Cristo será, entonces, estar dispuestos a dar la vida por los demás, haciéndonos sus servidores.

Madre: que nunca olvide que la misión de educar es, ante todo, una vocación de servicio. Que siempre conciba mi autoridad desde la lógica del Jueves Santo. Que imitando la generosidad de Jesús, pueda dar mi vida por los demás, hacerme pan partido para saciar el hambre de Verdad y de Amor de los que confías a mi tarea educativa.

Padrenuestro
10 Avemarías
Gloria